Tema: "Discapacidad, ¿de quién?"
Invitado: Ricardo Gross
Momentos importantes de la grabación
- Inicio: Cortina "Todos los días un poco", de Gieco-Gurevich
- 4:45: Dedicatoria del programa - Extracto de Responso para el amigo Garrido (ver abajo)
- 7:5o: La buena noticia de la semana
- 11:18-14:30: Reflexiones de Jorge Luis Borges sobre la ceguera
- 14:50-39:00: Entrevista a Ricardo Gross
- 39:45-42:54: Tema musical - Compilación de temas de artistas discapacitados: Andrea Bocelli, Stevie Wonder, José Feliciano, Gurrumul Yunupingu, Ludwig van Beethoven
- 43:42-45:08: Tema musical - "Djarimirri", Gurrumul Yunupingu
- 45:11-57:00: Cierre
- Cortina final: "No hay que aflojarle a la vida", de Palito Ortega
Responso para el amigo Garrido (extracto):
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Lo sabíamos dedicado y siempre respetuoso de los transeúntes, vecinos y comerciantes de su área de influencia, con su uniforme impecable y luciendo un estado físico envidiable, ya que se mantenía en línea, perfectamente aseado y afeitado, haciendo gala de un porte y una presencia atildada y juvenil para sus años (ya estaba en edad de jubilarse).
Pero estos no eran más que sus atributos externos, que adornaban la figura señera que Garrido nos mostró durante tantos años, ya que lo mejor de si estaba en su interior. Sus modales reflejaban la educación y el don de gentes que lo hacían un personaje querible y querido por todos (y somos muchísimos) los que tuvimos la suerte y el gusto de conocerlo.
De hablar pausado y sin disonancias, siempre dispuesto a intercambiar unas palabras amables con la mayoría de los que a diario nos cruzábamos en sus recorridos, como así atento a las necesidades de ancianos, discapacitados y embarazadas, para ayudarlos a cruzar la calle y asegurarse de que estaban bien.
Siempre dispuesto a brindar información o indicaciones con aquellos transeúntes de otras localidades que desconocían las calles o la ubicación de instituciones, organismos o entidades de nuestra ciudad.
Con su trato afable y cordial, se hizo acreedor del cariño y el respeto de todos, sin distinción de edades, sexo o condición social.
Su figura señera era blanco de salutaciones y muestras de afecto durante todos los días de su presencia entre nosotros, a tal punto que llegó a transformarse en un icono de nuestra sociedad sanisidrense.
Hoy, durante los actos para honrar su figura en la Catedral de San Isidro, una multitud se agolpó en el templo y los alrededores colmando toda la plaza y calles aledañas al mismo, con muestras de dolor como hacía mucho que no se veía en nuestra zona.
Querido Garrido, va a ser muy difícil para todos los que tuvimos el honor de tratarte por tantos años, no ver tu estampa recorriendo nuestro centro y como dice la canción “vamos a tener un hueco imposible de llenar”.
¡Hasta siempre amigo!
José Jorge Aldecoa
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