Por qué cantamos
Benedetti-Favero
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
Si los nuestros quedaron sin abrazo
la patria casi muerta de tristeza
y el corazón del hombre se hizo añicos
antes de que explotara la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
Cantamos porque el río está sonando
y cuando el río suena, suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
Si fuimos lejos como un horizonte
si aquí quedaron árboles y cielo
si cada noche siempre era una ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por qué cantamos
Cantamos por que llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y por que no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
Cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo, en aquel fruto,
cada pregunta tiene su respuesta.
La hora de los magos
Jorge de la Vega
Es la hora de los magos,
todo de golpe es perfecto
y todos por fin consiguen
lo que siempre fue su sueño.
Una casa para el pobre,
el rico fama y talento,
el chico se vuelve grande,
la delgada saca pecho.
Cada terreno baldío
crece con un rascacielos,
en los platos hay manjares,
cada hueso con su perro.
Cada bruja con su escoba,
cada cura con sus rezos,
cada loco con su tema,
cada vieja con su viejo.
Manos para cada calle
y piernas para los rengos.
Y en cada rincón del mundo
se hace cierto el padre nuestro.
La redención de la carne,
resurrección de los muertos
y el perdón de los pecados
han sido todo un suceso.
Nadie mas trabaja nunca
si no lo hace como un juego,
hay regalos a patadas
y se libera a los presos.
No hay mas disturbios raciales,
baja el dólar, sube el peso,
si alguno quiere morirse
debe esperar a ser viejo.
Se acabó la guerra fría
y empezó la de los besos
y la luna, de repente,
se hizo de miel en el cielo.
Y es muy fácil comprobar
que es verdad lo que les cuento
pues quien canta esta canción
es mudo de nacimiento.
Es la hora de los magos
todo de golpe es perfecto.